viernes, 23 de febrero de 2007

Sobre el Transantiago y el transporte en Santiago

El transantiago es sin duda el mayor cambio sufrido en Chile en materia de transporte desde el inicio de la época de “las micros amarillas”. Tomando en cuenta que sobre el 80% de las personas se mobiliza “a pata”, no cabe duda que la implementación del transantiago significa un cambio impresionante en la vida de todos los capitalinos. Con respecto a esto me gustaría escribir un par de palabras.


1- Lo primero es señalar que desde hace tiempo era necesario un cambio en el sistema público de transportes puesto que el servicio prestado por “los monstruos amarillos” era de un nivel bajísimo: ruido, mal trato de los chóferes, contaminación, condiciones laborales paupérrimas para los chóferes, inseguridad debido al pago por “boleto cortado”.
2- En ese sentido el transantiago es un avance considerable hacía un transporte público de calidad. A su vez la concesión, es un avance hacia un transporte operado por el estado (y por consiguiente sin fines de lucro), organizado y que responda a los intereses de la comunidad. Pareciera que el transporte así como la salud y la educación, son labores de las cuales debiera encargarse el estado por si mismo y no tener solamente un rol fiscalizador. A pesar de lo anterior, la concesión es una mejoría a la verdadera jungla que teníamos antes donde “la libre competencia” entre las micros amarillas iba en directo perjuicio de la gente; lo que sumado al alto grado de corrupción y mafia de los empresarios autobuseros de la época, hacía inviable una mejora en la calidad. Hoy por hoy las empresas que prestan el servicio son directamente identificables y a través del ministerio se pueden realizar los reclamos correspondientes (o debiese poderse!).

3- Es evidente que la primera semana de transantiago fue muy dura y se vio por parte del gobierno un alto grado de improvisación imperdonable para un proyecto tan importante y preparado con tanta anticipación. Ver el paradero escuela militar atiborrado de gente fue un panorama desolador para lo que prometía “cambiarle la cara a stgo”. Sin embargo, todos los grandes cambios llevan su tiempo de “aclimatación”. Y es que estos cambios (como lo fue también el cambio a las micros amarillas) es un cambio no solo técnico sino que también cultural. Y como todo cambio cultural lleva su tiempo. Es siempre simple y popular salir diciendo “que vuelvan las micros amarillas”, pero basta acordarse como eran las cosas antes. En este sentido la derecha y especialmente la UDI y el diputado Moreira no ha tenido una muy buena disposición, siendo siempre la crítica destructiva y el sarcasmo su bandera de lucha.

4- Finalmente, es importante decir que hay muchos aspectos por mejorar a largo plazo para asegurar el éxito del transantiago. Lo primero es aumentar recorridos en las zonas periféricas de la ciudad en comunas como Maipú, San Bernardo, Puente Alto, La cisterna, Quilicura, La pintana entre otras. Mejorar considerablemente las frecuencias de los buses alimentadores en especial en la zona C y D. Otra importante medida es llevar a cabo una política clara de incentivo al uso del transporte público, puesto que está mil y una veces probado que la manera más eficiente de llevar el transporte es a través del sistema público. Para ello se hace imperioso crear y aumentar vías exclusivas para micros. Lo importante es darse cuenta que lo que se debe priorizar son las micros por sobre los autos, puesto que las primeras llevan a un numero mucho mayor de personas en un espacio proporcionalmente mucho menor.

Franco Basso S.

5 comentarios:

Sofía Vargas P. dijo...

Definitivamente el transantiago es un cambio tanto radical como necesario. El proceso de adaptación claramente va a ser largo, especialmente para quienes vivimos en sectores periféricos, sin embargo, claramente terminaÁ beneficiando a todos...
Abrazos
buen retorno a vuestras clases.
Sofía

Anónimo dijo...

Hola francoo, muy bueno el blog..me permito agregar algunas opiniones respecto del Transantiago y su implementacion, no me censures!!

Tal vez peque de ingenua para algunos pero, a mi juicio, gran parte de las adversidades que ha encontrado el sistema para su implementación se originan en la mediocridad mediática.

Frente a la implementación de cambios estructurales, la teoria psicológica señala que es necesario operar en tres tiempos: descongelamiento, cambio, congelamiento. Es ese descongelamiento, etapa en que las personas internalizan defectos en la situación y comprenden la necesidad de introducir modificaciones, el que dejó bastante que desear. Esa transición de entendimiento, cultural, y no una implementación progresiva del sistema como reclamaban algunos (lamentablemente no se puede implementar el transantiago en varios tiempos) fue la que falló. ¿Porqué?
Pobreza mediática y falta de seriedad de parte del gobierno con una campaña de información tan simplista, prometiendo “mejoras” u otros términos igualmente abstractos, en vez de plantear las soluciones concretas, y cuyo énfasis estaba puesto en la confianza que generaría una cara conocida como Zamorano ( falacia que le ha costado caro) en vez de explicar como el transantiago corregía cada uno de los problemas del antiguo sistema y porqué era necesario corregirlos!
Nos ahorraríamos bastantes “ Yo no entiendo pa’ que cambiaron toda la cuestión, ‘tabamos mejor antes”. Pues no, no estabamos mejor antes, y sería muy egoísta pensar que porque la micro me dejaba en la puerta de mi casa, estábamos ( en plural!!) mejor antes. Aunque, si, es cierto, es necesario reconsiderar algunos recorridos locales para mejorar el servicio en comunas como Conchalí, y verificar que se cumplan las exigencias fijadas a los privados.
Está claro que el sistema antiguo no era eficiente, y en su momento, todos nos quejabamos: micros apuradas que pasaban en doble fila sin parar o parando en media calle, incerteza respecto de su frecuencia ( producto de la competencia por recoger pasajeros), calles atochadas de buses destartalados y generalmente vacíos en los horarios normales, contaminación acústica y atmosférica, robos y asaltos, discriminación a escolares, etc… Sin embargo, hoy muchos parecen haberlo olvidado (la memoria de los chilenos es de tan corto plazo! Y mejor ni hablemos de su visión).
Con una campaña de información directa, concisa y precisa, estructurada (no me vengan a decir que la gente no la hubiera entendido, por favor, a buen entendedor pocas palabras) la gente se habría tomado en serio el cambio que se venía, se habría preocupado de entender a tiempo mapas y se habrá sentido partícipe de un cambio conceptual radical en el transporte. De haber sucedido todo eso, quizás los problemas “técnicos” de los primeros días se habrán considerado tan normales por la gente para un cambio de esta magnitud que quejas no hubiese habido.


Pero si el gobierno falló en este aspecto de la implementación del transantiago, hecho que en ningún caso apruebo pero que “entiendo” por la complejidad de la metamorfosis, la responsabilidad recae, a mi juicio, aún más fuerte sobre la prensa.
Ésta, en vez de ser un factor dinamizante, estimulante, estabilizante y pedagógico - y eso no tiene porqué considerarse propagandístico, no implica adhesión política, sino que coincide con el rol principal de la prensa: informar; clave para lo que sigue, que es interpretar y formar opinión (psu, recuerdan?) – perdió su oportunidad de ennoblecerse (una vez más!) y se dedicó a hacer un collage de quejas de un patetismo patético, y, que alguien me ayude a entender sino cuál era, de ningún valor útil! Después vinieron periodistas (de reemplazo probablemente) que hacían pucheros mientras soltaban frases sintácticamente incompresibles pero con tono alterado ( que la noticia parezca novedosa y sobre todo, relevante!!), otros que “ayudaban” a la gente en paraderos que, teniendo un mapa a mano, descaradamente no ponía ningún esfuerzo para entenderlo, a juzgar por las preguntas que hacían y las buenas intenciones del periodista para explicar complicadamente algo simple. Cualquier canal más o menos astuto habría tomado riendas en el asunto, y a falta de cadena nacional para explicar el transantiago, habría organizado un especial informativo respecto del tema: tan simple como poner a la misma persona que lee el pronóstico del tiempo y cambiar la pantalla azul por el mapa del transantiago.
La prensa se adjudica el título del cuarto poder, pero hace un pésimo uso de su poder, puesto que se lanza en acusaciones muchas veces poco desarrolladas y observaciones muy superficiales, olvidando que la mejor manera de criticar es definir y exponer no sólo el problema, sino sus orígenes, sus alcances y ojalá alternativas propuestas para solucionarlo, cada cosa por su nombre y respaldada. Como consumidores de información, pongámonos más críticos y hagámonos también responsables de exigir mayor seriedad; paralelamente, seamos más responsables de los juicios y opiniones que emitimos, y más consecuentes con las mismas. Es evidente que en el ámbito público esto cobra más relevancia, siendo los políticos oportunistas, los “píerdeteuna” de los ataques intercoaliciones y figuritas de televisión, los que peor dan el ejemplo.

Bueno, espero no herir la sensibilidad de nadie con esta opinión; muy por el contrario, espero que todos a contribuyamos al desarrollo del país con pequeños gestos cargados de convicción y un espíritu más optimista, conciliador y alentador,
Chaus!

Franco Basso S. dijo...

Muy asertados tus comentarios Nacha.
Y es que lamentablemente en este país los medios de comunicación son controlados por un grupo económico de personas muy cezgado, y que siempre tienen una linea editorial controlada por la derecha. Canal 13, Chilevisión, Mega, El mercurio, la Tercera atraen más del 90% y todos tienen una misma visión cerrada y destructiva con un claro perfil político. Sólo basta notar que Piñera es dueño de Chilevisión y ver como este canal pasa más de 30 minutos mostrando choques ,incendios y robos en su noticiario! En ese contexto entonces, no es raro que los medios de comunicación (salvo algunos pocos) hayan tenido una visión pequeña y simplista sobre el transantiago; Cacha que cuando se instalaron los validadores más del 98% de las transacciones se hicieron de forma perfecta,a pesar de aquello los noticiarios de TV prefirieron dar énfasis a la gente que le habían "tragado la plata".
Hubiera sido bueno que los medios estuvieran a la altura del cambio y fueran más al meollo del asunto. Una lástima. En Chile hay que tener mucho ojo cuando uno se informa.

Salu2!

Anónimo dijo...

Sé q te va a molestar mi comentario, y tb estoy conciente de q el sistema anterior estaba lejos de ser bueno, pero en mi opinión los principales "logros" del Transantiago son:

Aumentar los tiempos de viaje de al menos la mitad de los usuarios del transporte público.
Colapsar el único medio de transporte público bueno con que contaba Santiago (el Metro).
Hacer q las personas q se habían bajado del auto para usar el Metro, vuelvan a usar el auto.
Lograr colapsar aún más las calles de Santiago, y de paso aumentar los tiempos de viaje de todos los automovilistas.
Ahora con más autos en las calles, dudo q la contaminación haya bajado, eso quizás haya sido en los primeros días, pero creo q ahora debemos estar igual q antes.
En general, lograron empeorar la calidad de vida de la mayoría de los santiaguinos. Eso si, reconozco q ayuda a algunas personas, partiendo por la gordi y cia, ya q ahora con más autos en las calles, y más tacos, se consume más bencina, por lo tanto recaudan más impuestos y como consecuencia tienen más plata para robar. Se me olvidaba, el otro gran beneficiado, Ricardo I, q se debe haber ganado una suculenta Coimisión por el Transantiago, la cual supongo q le ayudó a financiar sus vacaciones en Punta del Este.

Supongo q me criticarás q la mía es la típica actitud de derecha, de criticar sin proponer soluciones, pero lamentablemente aún no encuentro el lado bueno del Transantiago (si me dices q bajó la contaminación, el smog dudo q haya bajado, y la contaminación acústica debe estar igual o peor, ya q el ruido de las micros amarillas ha sido reemplazado de "excelente" manera por los bocinazos de muchos.
En cuanto a proponer soluciones, no soy experto en la materia, pero creo q los recorridos de antes con los operadores de ahora, funcionaría un poco mejor.
Ese sería mi aporte, ojalá q lo leas y espero tu respuesta =)
Salu2
Q te vaya muy bien.
Bernardo

anonimo sanhueza dijo...

bernardo: yo no sé porqué se dio esto de que el metro quedó como víctima, si de lo más bien que se metió por voluntad propia (de la directiva) en el cuento... la gente le tuvo mala a la idea transantiago sólo por ser un cambio aparentemente radical =/
dueño del blog: actualiza! xD (en buena)