El transantiago es sin duda el mayor cambio sufrido en Chile en materia de transporte desde el inicio de la época de “las micros amarillas”. Tomando en cuenta que sobre el 80% de las personas se mobiliza “a pata”, no cabe duda que la implementación del transantiago significa un cambio impresionante en la vida de todos los capitalinos. Con respecto a esto me gustaría escribir un par de palabras.
1- Lo primero es señalar que desde hace tiempo era necesario un cambio en el sistema público de transportes puesto que el servicio prestado por “los monstruos amarillos” era de un nivel bajísimo: ruido, mal trato de los chóferes, contaminación, condiciones laborales paupérrimas para los chóferes, inseguridad debido al pago por “boleto cortado”.
1- Lo primero es señalar que desde hace tiempo era necesario un cambio en el sistema público de transportes puesto que el servicio prestado por “los monstruos amarillos” era de un nivel bajísimo: ruido, mal trato de los chóferes, contaminación, condiciones laborales paupérrimas para los chóferes, inseguridad debido al pago por “boleto cortado”.
2- En ese sentido el transantiago es un avance considerable hacía un transporte público de calidad. A su vez la concesión, es un avance hacia un transporte operado por el estado (y por consiguiente sin fines de lucro), organizado y que responda a los intereses de la comunidad. Pareciera que el transporte así como la salud y la educación, son labores de las cuales debiera encargarse el estado por si mismo y no tener solamente un rol fiscalizador. A pesar de lo anterior, la concesión es una mejoría a la verdadera jungla que teníamos antes donde “la libre competencia” entre las micros amarillas iba en directo perjuicio de la gente; lo que sumado al alto grado de corrupción y mafia de los empresarios autobuseros de la época, hacía inviable una mejora en la calidad. Hoy por hoy las empresas que prestan el servicio son directamente identificables y a través del ministerio se pueden realizar los reclamos correspondientes (o debiese poderse!).
3- Es evidente que la primera semana de transantiago fue muy dura y se vio por parte del gobierno un alto grado de improvisación imperdonable para un proyecto tan importante y preparado con tanta anticipación. Ver el paradero escuela militar atiborrado de gente fue un panorama desolador para lo que prometía “cambiarle la cara a stgo”. Sin embargo, todos los grandes cambios llevan su tiempo de “aclimatación”. Y es que estos cambios (como lo fue también el cambio a las micros amarillas) es un cambio no solo técnico sino que también cultural. Y como todo cambio cultural lleva su tiempo. Es siempre simple y popular salir diciendo “que vuelvan las micros amarillas”, pero basta acordarse como eran las cosas antes. En este sentido la derecha y especialmente la UDI y el diputado Moreira no ha tenido una muy buena disposición, siendo siempre la crítica destructiva y el sarcasmo su bandera de lucha.
4- Finalmente, es importante decir que hay muchos aspectos por mejorar a largo plazo para asegurar el éxito del transantiago. Lo primero es aumentar recorridos en las zonas periféricas de la ciudad en comunas como Maipú, San Bernardo, Puente Alto, La cisterna, Quilicura, La pintana entre otras. Mejorar considerablemente las frecuencias de los buses alimentadores en especial en la zona C y D. Otra importante medida es llevar a cabo una política clara de incentivo al uso del transporte público, puesto que está mil y una veces probado que la manera más eficiente de llevar el transporte es a través del sistema público. Para ello se hace imperioso crear y aumentar vías exclusivas para micros. Lo importante es darse cuenta que lo que se debe priorizar son las micros por sobre los autos, puesto que las primeras llevan a un numero mucho mayor de personas en un espacio proporcionalmente mucho menor.
3- Es evidente que la primera semana de transantiago fue muy dura y se vio por parte del gobierno un alto grado de improvisación imperdonable para un proyecto tan importante y preparado con tanta anticipación. Ver el paradero escuela militar atiborrado de gente fue un panorama desolador para lo que prometía “cambiarle la cara a stgo”. Sin embargo, todos los grandes cambios llevan su tiempo de “aclimatación”. Y es que estos cambios (como lo fue también el cambio a las micros amarillas) es un cambio no solo técnico sino que también cultural. Y como todo cambio cultural lleva su tiempo. Es siempre simple y popular salir diciendo “que vuelvan las micros amarillas”, pero basta acordarse como eran las cosas antes. En este sentido la derecha y especialmente la UDI y el diputado Moreira no ha tenido una muy buena disposición, siendo siempre la crítica destructiva y el sarcasmo su bandera de lucha.
4- Finalmente, es importante decir que hay muchos aspectos por mejorar a largo plazo para asegurar el éxito del transantiago. Lo primero es aumentar recorridos en las zonas periféricas de la ciudad en comunas como Maipú, San Bernardo, Puente Alto, La cisterna, Quilicura, La pintana entre otras. Mejorar considerablemente las frecuencias de los buses alimentadores en especial en la zona C y D. Otra importante medida es llevar a cabo una política clara de incentivo al uso del transporte público, puesto que está mil y una veces probado que la manera más eficiente de llevar el transporte es a través del sistema público. Para ello se hace imperioso crear y aumentar vías exclusivas para micros. Lo importante es darse cuenta que lo que se debe priorizar son las micros por sobre los autos, puesto que las primeras llevan a un numero mucho mayor de personas en un espacio proporcionalmente mucho menor.
Franco Basso S.